Gracias a las modificaciones realizadas en la ley de propiedad de Turquía, que ahora contempla el principio de reciprocidad, los compradores de viviendas y los inversores extranjeros pueden comprar cualquier propiedad en Turquía sin restricciones.
Una de las principales ventajas de los inmuebles ofrecidos en el mercado inmobiliario de Turquía es el precio medio que es mucho más bajo que en otros países europeos.
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