El autoconsumo fotovoltaico a día de hoy es legal y según el RD 1699/2011, puede reducir el término energético de la factura de la luz casi a la mitad dependiendo del perfil de consumo de la empresa y de esta forma mejorar su competitividad.
El sistema más básico es un sistema de conexión a la red. Este tipo de sistema no utiliza baterías para el almacenamiento, pero cuando los paneles solares producen más electricidad de la que se consume, la energía excesiva se devuelve a la red.